Vade retro!.. harán psicoanalistas y psicólogos ortodoxos, nuestra economía se verá
afectada!
En psicoterapia el afecto por parte del terapeuta se manifiesta de modo distinto de las
formas habituales en diversos vínculos y ámbitos.
Neutralidad y abstinencia definen la postura ortodoxa, o sea, no comprometerse con el
paciente sino con el tratamiento, dejar de lado toda opinión personal, postura ideólogica,
religiosa, etc, abstenerse de todo deseo que no sea el de ser psicoanalista o terapeuta y
cumplir a rajatabla con todo lo que estas "profesiones" indican en sus "preceptos"
Nuestra propuesta es COMPROMETERSE CON EL PACIENTE, CON SU SALUD, CON
HACER INTERVENIR DEL MODO NECESARIO, PARA QUE SEA FELIZ...PARA SU
BIENESTAR Y EL DE QUIENES LO RODEAN, que merecen también ser tenidos en
cuenta.
Se puede opinar, sugerir, direccionar, siempre aclarando que eso es lo que estamos
haciendo.
Se puede mostrar expícitamente nuestra ideología, religión, pensamiento, si aclaramos
que es subjetivo y no "el" ejemplo a seguir.
Quienes hablan de neutralidad y abstinencia no lo practican en cuanto al sustento filosófico
e ideólogico del tratamiento.
Sí lo hacemos nosotros.
El no mostrar afecto, mantenerse frío y distante, va generando una intensa dependencia,
contra lo que podría suponerse, muy conveniente para el profesional y para su bolsillo y
estándar de vida.
Paradójicamente, empatizar con el paciente, mostrar que nos importa, mostrarle afecto, le
da seguridad y contención, evitando la dependencia; si bien hay un momento lógico de la
misma, sirve para atravesarlo y no para instalarse en él.
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